Mi querido David, antiguo compañero de tertulias futboleras, me lanza el guante y me anima a comentar el anuncio del sorteo de lotería de Navidad del que se confiesa “100% fan”. Y, cómo no, lo recojo.

Me confieso fan de la lotería de navidad. Aunque siendo sincera de lo que me confieso fan es del (post) sorteo de lotería de Navidad.

Confieso que lloro a moco tendido, cual magdalena, viendo las imágenes de los premiados agolpados en torno a la administración de lotería, del bar donde compraron el décimo o la participación.

Grupos a los que la suerte une, la suerte de la vida y la suerte de la lotería. Personas que comparten con la cámara que el premio les servirá para tapar agujeros, para pagar ese pico de hipoteca que le asfixia cada mes, para ponerle al hijo o la hija un negocio porque se quedó en paro y se le está terminando la prestación, o para arreglarse los dientes como escuché el año pasado. Nada de grandes sueños.

Reconozco que al ver por primera vez el anuncio de este año me vino un conato de rechazo ante el sentimentalismo,…. ¡Bufff! Pero para bien o para mal, la lotería de Navidad es eso, sentimentalismo, emoción básica, simple que no hay por qué empeñarse en negar. Ni darle más transcendencia que la que tiene.

El soniquete de los bombos nos acompaña desde la infancia, forma parte de nuestra memoria colectiva, de esos cachitos comunes. Aquel “125.000 pesetas”. Ese amigo, familiar con el que compartes desde ni te acuerdas cuándo la única lotería que juegas al año.

Por eso no podía haberse elegido mejor mensaje que “el mayor premio es compartirlo”. Porque las personas buscamos la suerte compartida, con quienes compartimos nuestra vida, nuestro trabajo. Porque cuando ganamos, nos sabe mejor cuando lo hacemos juntos.

Si es que en el fondo….

@CarlotaMerchn

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Una respuesta a “Sobre el sorteo de Navidad.”

  1. Avatar de Cuñadisima
    Cuñadisima

    Pero que razón tienes cuńaaaaaaa

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