La democracia llena discursos, mensajes, titulares y eslóganes, grandes expresiones para referirnos a grandes paradigmas. Pero la democracia aplica a todo, a nuestro comportamiento diario, al modo con el que nos relacionamos entre nosotros y nosotras, a cómo gestionamos procesos en todos los niveles de convivencia.
Es nuestra actitud individual la que nos acredita como demócratas y desde la que construimos democracia en nuestro entorno. Siendo ejemplo. Es así como construimos democracia como colectivo, como partido.
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ha dado un claro ejemplo de democracia interna con su proceso de elección directa de Secretario General por su militancia. Debates en las agrupaciones presentando y contrastando propuestas de las tres candidaturas que pasaron el corte de los avales. Más de 120.000 hombres y mujeres han participado en la consulta; jóvenes que nacieron en la era digital junto con nuestros mayores que vivieron la guerra civil, la clandestinidad y el despertar de la democracia, la construcción de la España del bienestar.
Demócrata se es o no se es, no se puede ser a medias. No vale otra cosa. Cualquier viso de duda o de sombra no hace sino ponernos en el otro lado, en el lado oscuro. Y la sociedad demanda democracia en la cotidianeidad, en los procesos cotidianos de toma de decisiones, superando el modelo de elección cada cuatro años o el voto delegado en compromisarios de congresos.
Hoy es el día cero de una nueva etapa, liderada por el primer Secretario General respaldado por la militancia en un proceso democrático 1 militante – 1 voto.
Democracia, el gobierno de todos y eso es lo que estamos trasladando a la sociedad, que cada voto cuenta, que cada uno y cada una contamos por igual. Que el Partido Socialista es de todos y de todas, que otra manera de hacer partido es posible.
@CarlotaMerchn
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