Desde hace unos años estamos siendo testigos de una ola de neoconservadurismo devenida en un tsunami global que recurre a banderas tan antiguas como la civilización misma: el odio al extranjero, a las personas cuya moralidad difiera de la suya y atar en corto a las mujeres.

Esa obsesión enfermiza de la derecha y, por supuesto, la extrema derecha con los derechos de las mujeres, con controlar la mano que mece la cuna para así controlar el mundo crece y es que las mujeres disfrutamos de una igualdad por encima de lo que muchos están dispuestos a tolerar.

La política de los hombres fuertes de Trump, Salvini, Morawiecki, Orban, Putin, Bolssonaro quiere iniciar la conquista hispánica en Andalucía con la alianza de la derecha y la extrema derecha para desalojar de la Junta de Andalucía al PSOE, ganador de las elecciones.

Sobre la mesa la lucha contra la violencia de género. Ni legislación ni presupuesto. Esa es la condición para que el gobierno de derechas sea posible en San Telmo.

La igualdad por la que lucha el feminismo es el enemigo de la política de los hombres fuertes. Al igual que ellos lo tienen claro debemos tenerlo las mujeres. Nuestros derechos no son moneda de cambio. Con nuestra seguridad no se mercadea por un sillón.

Las cosas no suceden en un instante, dice Defred, protagonista de “El cuento de la criada”.

Las mujeres tenemos memoria y desafortunadamente hemos escuchado a dirigentes del Partido Popular y de Ciudadanos hablar de denuncias falsas, les hemos visto paralizar la implementación de la ley contra la violencia de género al dejarla sin presupuesto, les hemos escuchado cuestionar los derechos de las mujeres en demasiadas ocasiones como para que nos salten todas las alertas.

Me indignan quienes lo dicen en voz alta pero me preocupan más quienes callan y pueden otorgar por acción u omisión. Y me irrita que las mujeres de los partidos de derechas callen y no se rebelen contra los pactos de hombres fuertes.

Hace unos meses un periodista rechazaba con cierto desdén mi idea de que el único movimiento global de lucha que existe actualmente es el de las mujeres. En los dos primeros días de este año hemos escuchado en Brasil y en España el mismo propósito “luchar contra la ideología de género”. Creo que el escenario es claro.

@CarlotaMerchn

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