Yo soy de esas personas para cuya vida diaria no es indiferente quién está al frente de las instituciones. Mi vida y la de mi familia, como la de miles de personas, dependen de que contemos o no para nuestros gobernantes y, sobre todo, de que sepan lo que se traen entre manos porque los trabajadores y trabajadoras no nos podemos permitir experimentos.

Yo sí necesito saber qué proyecto de ciudad y de comunidad autónoma tienen quienes aspiran a gobernarlas. Sin embargo hay quienes tienen la suerte, digámoslo así, de que viven igual gobierne quien gobierne, que les da igual saber antes de introducir la papeleta en la urna si el IBI de su vivienda va a subir o bajar, si el transporte público va a seguir siéndolo, saber qué va a pasar con la gestión de la sanidad, con la educación pública, las tasas universitarias, los horarios comerciales. Las personas como yo necesitamos saber qué iniciativas concretas se van a poner en marcha para apoyar la creación y protección del empleo digno o cómo van a garantizar un entorno seguro a las mujeres.

El poder de la democracia radica en que somos los ciudadanos y las ciudadanas quienes decidimos quiénes merecen nuestra confianza para gobernar, para gestionar los recursos públicos y asegurar que sus derechos a la salud, a la educación, a un medio ambiente sano y sus necesidades en servicios públicos están garantizadas.

Es más cómodo disertar sobre lo divino y lo humano, quedarse en vaguedades y buenos deseos, repetir palabras como participación, cambio de modelo, y denostar a los políticos que militamos en los “partidos de la vieja política”. Por supuesto esto es más sencillo que poner sobre la mesa propuestas de gobierno, concretas y cuantificadas.

Quienes aspiramos a obtener la confianza de los ciudadanos no podemos presentarnos con las manos abiertas, vacías y pidiendo que simplemente confíen en nuestra buena voluntad y que ya veremos qué hacemos cuando lleguemos. Las personas como yo, necesitan saber.

Desde el Partido Socialista nos presentamos con un proyecto claro y con iniciativas concretas para mejorar la vida de las personas que viven en nuestra ciudad y nuestra Comunidad. Propuestas que ponemos sobre la mesa porque nuestra gente, la gente que importa, las necesita, porque de ellas dependerá su calidad de vida.

Por eso pido el voto para tener un ayuntamiento transparente, libre de corrupción y en el que los ciudadanos y ciudadanas tengan voz y voto; poder generar y proteger el empleo, para rehabilitar las infraviviendas de nuestra ciudad en las que sobre todo viven mujeres mayores solas; para limpiar todas las calles de todos los barrios; para crear 30 escuelas infantiles; para mejorar los servicios sociales; para que las empresas cumplan sus contratos y les sean rescindidos si no lo hacen; para que el IBI sea justo; para que la cultura sea nuestra vanguardia y esté al alcance de todos y todas.

Pido el voto para terminar con los abusos laborales; para defender la sanidad y la educación públicas; para reindustrializar Madrid; para suprimir los copagos sanitarios; para poner en marcha la Renta Básica de Ciudadanía; para tener un sistema de becas justas; para que quien más tiene contribuya más; para frenar la desigualdad en la región más rica del Estado.

Pido el voto para recuperar Madrid. Pido el voto para Antonio Miguel Carmona. Pido el voto para Ángel Gabilondo.

Pido el voto para el Partido Socialista.

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