Indignación. Ése es el sentimiento que mejor describe lo que siento desde que se confirmaron todos y cada uno de los temores que las mujeres teníamos respecto a la reforma de la Ley de salud sexual y reproductiva del Ministro Gallardón.
Indignación porque lo que ha aprobado el Consejo de Ministros es un ataque directo a la libertad de las mujeres. Una visión retrógrada de la mujer y su relación con la maternidad. Una muestra de que lo les molesta hasta el infinito es que la mujer pueda decidir.
Indignación porque esta Ley nos trata a las mujeres como seres incapaces, irresponsables e inconscientes que necesitamos que un hombre guíe nuestra descarriada conducta. Nos negaban la píldora porque íbamos a estar todo el día con el útero desaforado buscando varón.
Siento una profunda indignación porque España vuelve a ser la zona oscura de Europa, volvemos a ser caspa y peineta. Por si aún hay quien piensa que la derecha española se ha modernizado y es la que sabe gestionar, por favor, aténganse a las pruebas.
Los que apoyan esta Ley son los mismos que quemaban brujas en la Edad Media, los que nos negaban el acceso a la universidad, el derecho al voto, a tener una cuenta bancaria propia.
Son los mismos hombres que no amaban a las mujeres. Son los mismos que nunca han creído en la igualdad.
Me duele, pero sé que esto tendrá poco recorrido, pues la insensatez no se puede imponer y las mujeres no vamos a permitir que se nos humille y niegue el derecho a decidir sobre nuestra vida y sobre nuestro cuerpo. No vamos a permitir el regreso a la oscuridad.
Nos van a tener en frente.
@CarlotaMerchn
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